jueves, 10 de mayo de 2012

Nuestra administración del tiempo

I. ADMINISTRAR EL TIEMPO ES UNA FORMA DE ADMINISTRAR LA VIDA

En esta vida todo tiene su tiempo; hay un tiempo para todo:
Tiempo de nacer, y tiempo de morir…Eclesiastés 3:1-2a.

A todo ser humano le es concedido, cada día, la oportunidad de disfrutar el tiempo, de aprovecharlo en cualquier actividad y agradecerlo como incomparable regalo.
Debemos entender que la administración del tiempo es la administración de sí mismo, de nuestra persona, donde además podemos manejar adecuadamente los recursos recibidos con orden, y a lo largo obtener resultados o frutos en nuestra vida para aquel que nos la concede; en otras palabras, si alguien malgasta su tiempo estará malgastando sus pensamientos, fuerzas, corazón y (finalmente) su vida.


II. MANEJO DEL TIEMPO

 La mente del hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos.
Proverbios 16:9.

El tiempo es uno de los recursos que equilibra el balance entre vida devocional, trabajo, estudio, casa; podemos dividir nuestras actividades para actuar y atender lo realmente necesario...
hay cuatro tipos de agrupaciones:

I)             Urgente e importante:

Vida devocional*, actividades inmediatas, tareas requeridas prontamente, problemas, crisis.


II)            No urgente pero importante:

Vida devocional* Formación, hacer planes, construir relaciones, descanso, escuela.


III)          Urgente pero no importante:

Pláticas irrelevantes, chismes, muchas llamadas telefónicas y correos, asuntos simples de otros.

IV)         No urgente ni importante:

Activismo, t.v. excesiva, cine, pasatiempos, internet, facebook, ocio, relajación excesiva.


La agrupación III es fantasma de la agrupación I, ocasionando ajetreos, cansancio, estrés, y como consecuencia escapes al cuadrante IV para sobrevivir, pero esto no representa supervivencia sino deterioro en la calidad de nuestra vida diaria.
Lo ideal es que se trabaje lo “importante pero no urgente” ( II ). De esta forma se puede equilibrar las actividades propias, teniendo tiempos de provechosos, donde una baja dedicación hace que se convierta en “urgente e importante” que es donde comienzan los problemas.
Para lograr mantener esta agrupación en sus características normales, el ser humano debe entender la misión que tenga, su función, su rol o papel de desempeño en cada actividad y que se encuentre acorde al momento o etapa en que vive.

*Cabe Señalar que la lectura y oración (Vida devocional) es importante, urgente y a la vez  debe ser constante.

III. ESTABLECER PRIORIDADES

Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide.
Dios les dará a su tiempo lo que necesiten o las añadiduras.
Mateo 6:33

Esta es una de las primeras cosas que se tiene que hacer, establecer prioridades es de suma importancia, ya que de esto dependerá lo que hagamos, a donde miraremos y lo que viviremos. ¿Haces lo que te gusta? Solo tienes una vida, así que comienza a vivir alegremente y limitaciones.
El principal objetivo de Dios no es hacerte exitoso, con un gran ministerio, grandiosa estabilidad, o de un alto rendimiento en tus actividades; el principal objetivo de Dios es moldearte conforme a la semejanza de su hijo, Jesucristo, quien nos hace aptos ante él.
Busquemos el gran premio, llegar a su Reino, así se cubrirán las necesidades físicas, espirituales, mentales y sentimentales. Aunque habrá muchas actividades que aparenten ser importantes esto no implica que las debamos de hacer. No todo apoya al plan principal.
Aunque esto es personal y con la guía del Señor, algunos puntos que ayudaran a establecer prioridades son: ¿Qué es lo que realmente necesito?, ¿En qué etapa de la vida estoy viviendo?, Identificar si lo necesito o lo quiero. 
Pidamos dirección del Espíritu Santo para saber cuales de nuestras actividades son necesarias y cuales no.


IV. ADMINISTRANDO EL TIEMPO DE CADA DÍA

Así que no se preocupen por lo que pasará mañana...
Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día.
Mateo 6:34.

Los problemas concernientes para cada día, como estrés, preocupación, afanes, angustia entre otros más, se debe al desorden de nuestras actividades diarias, a un desorden en la mente. Si de por si las obligaciones de la escuela, trabajo, casa, pueden ser exhaustivas y agotantes por si solas, el atenderlas y pensando en todas al mismo tiempo es aun mas critico. Se recomienda separar cada actividad de las demás (en la mente y esfuerzo) y los siguientes pasos:
  1. Organice las cosas. el espacio, sus pensamientos, actividades, estado interno.
  2. Organice las tareas. Establezca orden y secuencia de asuntos pendientes.
  3. Organización de las personas. Identifique lo que puedes hacer y lo que requiere intervención de otros.
  4. Organice sus tiempos. Analice el tiempo implicado en cada actividad y la secuencia (¿cuál primero y porque?).
Esto aporta claridad para el día en curso y orden, pero puede ser rutinario, valdría la pena tomar cinco minutos para organizar nuestro día de manera rápida

V. ADMINISTRANDO EL TIEMPO EN PERIODOS LARGOS

Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá.
Proverbios 19:21.

Aunque controlar el tiempo en periodos largos depende mucho de la circunstancia, y mayormente de aquello que trabaje el Señor en nosotros, se recomiendan los puntos siguientes:
  1. Orar y confiar en el Señor.
  2. Usar un planificador o agenda.
  3. Hacer una lista de asuntos pendientes
  4. Establecer y tener fechas
  5. Organizarnos o delegar
  6.  Actuar.

Esto permite un ritmo de vida más natural apartando la urgencia y estrés; permite también no desperdiciar esfuerzos, disponer de tiempo libre así como crear un plan secuencial, mejorando el desempeño.
Como consejo una frase dice así: Aquel que ha comenzado a vivir preocupado y ocupado internamente, lucirá despreocupado externamente.

VI. LOS ENEMIGOS DEL TIEMPO

Dios bendice a quienes no siguen malos consejos,                              ni andan en malas compañías,
ni se juntan con los que se burlan de Dios.            Salmo 1:1

Se llama así a todo aquello que roba el tiempo, daña la planeación o los compromisos.
Externos: televisión, internet, facebook, juegos, exceso de pláticas, visitas inesperadas, no saber decir no, el celular, la computadora, amigos, alguna pareja, socialización.
Internos: El centralismo: apoyarnos poco en quien deberíamos, invadiendo puestos y aplastando personalidades. El activismo: realizar actividades por el simple hecho de no estar desocupados. La superficialidad: dedicar poco tiempo a lo que requiere más, olvidando lo importante que es aprovechar el tiempo.
¿Puedes identificar otros ladrones del tiempo en tu vida diaria?


VII. ENCUESTA FLASH

Instrucciones: marque con una X su respuesta
    Si
No
Normalmente llego a tiempo


Mantengo todos mis compromisos


Me las arreglo para hacer todas mis actividades


Al final tengo que dejar a un lado muchas cosas


Estudio 2 horas diarias


Dedicó un tiempo específico para leer y orar


Llevo un cuaderno para anotar lo que tengo que hacer


Dedico mas de 8 horas para el descanso diario


Sin escuela/trabajo en que utilizo gran parte de mi tiempo.



¿Cómo te ha ido? En que GASTAS O APROVECHAS MAYORMENTE el tiempo que te ha sido otorgado. "Si necesitan sabiduría, pidiéndola a nuestro generoso Dios, y él se las dará; no nos regañará por pedirla". Pongamos manos a la obra, entonces.

Recordemos los tres compromisos del cristiano: la ORACIÓN,  la PALABRA y la COMUNIDAD.

 Por eso, mi consejo es que pongan todo su Tiempo y Esfuerzo en:

Afirmar su confianza en Dios,  esforzarse por hacer el bien, 

procurar conocer mejor a Dios, y dominar sus malos deseos.

Además deben ser pacientes,

entregar su vida a Dios,

estimar a sus hermanos en Cristo

y, sobre todo, amar a todos por igual.
2  Pedro 1 : 5 - 7.




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